Las alegaciones de Sanidad al Plan de Biometanización
Extracto en síntesis del Informe de alegaciones
El debate sobre la implantación de plantas de biogás en Castilla-La Mancha sigue abierto. Como por ejemplo, la Dirección General de Salud Pública ha presentado un informe de alegaciones al Plan de Biometanización 2024-2030, y en Revista Siembra te informamos.
La instalación de plantas de biogás debería ajustarse la Plan de Biometanización de Castilla-La Mancha 2024-2030. Pero si el proyecto del Plan no mejora todo lo demás será un desatino.
En el Plan no hay una mera insinuación a aspectos sanitarios, y en consecuencia no se incluyen las afecciones o condiciones relativas a la salud de las personas. Si el Plan no los incluye difícilmente los proyectos estarán obligados a tenerlos en cuenta.
La Dirección General de Salud Pública estima conveniente conocer previamente a la instalación la opinión de esos ciudadanos que se puedan ver afectados por vivir cerca de una planta de producción de biometano. Y que el Plan no lo considera de forma explícita, y solo como futurible.
La Dirección General de Salud Pública considera como un aspecto totalmente subjetivo que “la puesta en marcha de esta regulación sobre el Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha 2024-2030, va a suponer más beneficios que costes a la ciudadanía de Castilla-La Mancha”.
La Dirección General de Salud Pública considera que “suponer más beneficios que costes a la ciudadanía de Castilla-La Mancha” es un aspecto totalmente subjetivo.
Observaciones de la Dirección General de Salud Pública
El Plan no contempla del riesgo de contaminación de los acuíferos, ni se detalla el riesgo de escape de gases contaminantes a la atmósfera, como el metano, sulfídrico y amoníaco, entre otros, gases que provocan irritaciones respiratorias, enfermedades pulmonares y otros daños.
La biometanización es un proceso complejo y costoso, con distintos riesgos de contaminación del aire, suelo y masas de agua, por lo que el control deberá ser exhaustivo y siempre bajo la tutela de la Administración Pública.
Los biodigestores requieren espacio, a tener en cuenta en la densidad de la población donde se pretendan instalar. Además de mantenimiento, se debe garantizar un suministro constante de materia prima.
Deben evitarse utilizar productos químicos en el biodigestor, como cloro, amoníaco, ácidos, grasas o aceites, entre otros muchos, ya que pueden afectar a su funcionamiento. A este respecto, sería recomendable observar lo dispuesto en los Reglamentos REACH y CLP.
Es recomendable que los residuos se depositen en contenedores herméticos, contribuyendo a eliminar, aunque sea parcialmente, los malos olores.
Se debe evitar la posible atracción de animales, v.g., insectos y roedores. Sería conveniente la realización de tratamientos periódicos para el control de organismos nocivos, aplicándose en las plantas, planes de específicos, al menos de manera cuatrianual o permanente, dependiendo del tamaño de la instalación.

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